El tiempo corre y a la fecha el gobierno aún no presenta su propuesta de salario mínimo. Mientras el nuevo guarismo debe comenzar a regir el 1 de julio, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), insiste en que debe subir de los $182 mil actuales a $250 mil. ¿Base a qué criterio? Uno político y no técnico.
El dirigente sindical, sabe que si se aplicara un criterio técnico la cifra sería mucho menor, tal como ocurrió el año pasado, cuando la autoridad tomó como base la propusta de una comisión de expertos convocada en 2010.
El grupo, que estuvo encabezado por el actual ministro de Educación Harald Beyer, estableció una fórmula para calcular el salario mínimo, y así evitar las tensas negociaciones que se dan cada año entre la CUT y el gobierno.
La fórmula técnica resolvió que el sueldo mínimo de los trabajadores se debía reajustar de acuerdo a la inflación esperada, sumada a la productividad y un factor de ajuste, si el desempleo aumentaba sobre el 10%. En ese caso, el incremento sería menor.
Si se siguiera esta “receta”, afirman expertos, este año el salario mínimo debería elevarse sólo en un 5%, es decir, a $191.100.
Este grupo de seis economistas y expertos, también fue partidario de que el reajuste específico fuera definido en la negociación entre autoridades de gobierno, trabajadores, empleadores y el Congreso. Justamente la etapa que la Central se quiere saltar porque no está dispuesta a sentarse con el gobierno a negociar.
La CUT pide un salario mínimo de $250 mil porque dice que el precio de los productos básicos ha aumentado en 30% en el último año. De hecho, precisa que el precio de los alimentos registró un avance de 7,1% en mayo a 12 meses, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Además, la multisindical justificó su fórmula de salario mínimo en el fuerte crecimiento económico: 5,8% hasta abril, la baja inflación (3,1% en 12 meses) y la menor tasa de desempleo, 6,5% en el trimestre febrero-abril.
Hasta ahora el Ejecutivo no ha establecido el día de ingreso de la iniciativa, ni el monto a discutir, pero sería inferior a la solicitud de la CUT, justificándose en que un aumento de esa magnitud elevaría el desempleo a 10%, además del complejo escenario en Europa, que podría traer consecuencias en la tasa de ocupación.
El economista de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, quien además participó de la comisión de 2010, señaló que dentro de la discusión estaba la idea de acercarse gradualmente al sueldo ético de $250 mil. Sin embargo, reconoce que elevar los ingresos a este monto y de una sola vez, generaría consecuencias negativas en el empleo, subiendo la tasa de desocupados a un 10%.
Respecto de porqué no se han considerado las variables propuestas por la comisión, Ramos indicó que no existe una explicación concreta, ya que es el gobierno, quien debiera entregar una señal al respecto.
Vía Pulso.