El presidente sirio, Bashar Asad, ha asegurado en su primer discurso ante el nuevo Parlamento que “Siria se enfrenta a un plan de destrucción”. En este sentido, ha puesto en duda las intenciones de la comunidad internacional y se ha referido a “una conspiración”.
Asad ha defendido las actuaciones de su Gobierno y ha reiterado que no frenará la represeión, al afirmar que su régimen lo ha “intentado por todos los medios”, pero añadió que estos esfuerzos fueron inútiles “porque nos enfrentamos a una verdadera guerra librada desde el exterior”.
“Vamos a seguir con firmeza la lucha contra el terrorismo, pero dejando la puerta abierta para todos aquellos que quieren regresar”, dijo. “Insto a todos aquellos que aún se muestran reticentes a hacerlo, que den este paso. El Estado no va a tomar represalias”.
“No estamos ante un problema político, porque si fuera así este partido ha propuesto un programa político. A lo que nos estamos enfrentando es a un intento por sembrar la violencia. Y la herramienta de esto es el terrorismo”, dijo.