La cantante Donna Summer murió a los 63 años, a causa de un cáncer en los pulmones que la aquejaba hace varios meses.
Así lo dio a conocer el portal estadounidense TMZ, donde añaden que la artista falleció esta mañana en Florida. Más tarde, la información fue confirmada por otro medios, como E! Online y Billboard, y posteriormente, el publicista de la cantante lo confirmó a CNN.
La familia de la artista agradeció enseguida las condolencias y animó a sus fans a “celebrar su vida extraordinaria y prolongar su legado”.
Fuentes del portal estadounidense TMZ desvelaron que Summer podría haber contraído la enfermedad al respirar partículas cancerígenas en las jornadas que siguieron al 11S. Los atentados tuvieron un fuerte impacto en la cantante, que confesó haber sufrido entonces una fuerte depresión. “Me espantaron las experiencias terribles de ese día”, contó después, “no podía salir a la calle y no quería hablar con nadie. Dejaba las persianas bajadas y me quedaba en mi habitación. Al final volví a ir a la iglesia y la luz volvió a mi alma”.
Summer se ganó el sobrenombre de “Reina del Disco” por el éxito de sus sencillos en las pistas de baile y se la recuerda por éxitos como “Bad Girls”, “I Feel Love” o “Love to Love You Baby”. Fue la primera artista en alcanzar el número uno con tres álbumes dobles consecutivos y sus discos le hicieron acreedora de cinco premios Grammy. El último en 1998 por su álbum “Carry On”.
Summer emprendió 12 giras y grabó una veintena de discos. En ocasiones en solitario y otras veces en colaboración con bandas cómplices como Brooklyn Dreams. Protagonizó un puñado de musicales en Europa y sobrevivió a varios intentos de suicidio gracias a una súbita conversión al cristianismo militante a finales de los años 70.