Un avión F-18 de la Armada estadounidense se estrelló en una zona residencial de la localidad de Virginia Beach. A los mandos del caza iban dos pilotos que saltaron en paracaídas unos segundos antes del accidente. Las autoridades confirmaron que la colisión incendió al menos dos bloques de apartamentos. Ni la policía ni los bomberos confirman por ahora ninguna víctima mortal.
El accidente se produjo unos minutos después de que el avión despegara de la base naval de Oceana y pertenecía a un escuadrón que adiestra a pilotos de combate. El avión impactó en el complejo residencial de Mayfair Mews y generó una columna de humo negro. George Pilkington, vecino y testigo de los hechos, afirmó en la CNN que la colisión había derribado por completo uno de los edificios. También dijo que vio llamas de hasta 20 metros y que escuchó dos explosiones justo después del impacto. Otro testigo contó que vio a decenas de personas tosiendo mientras salían del edificio ayudadas por los servicios de emergencia.
El alcalde de Virginia Beach, Will Sessoms, expresó su pesar por el accidente y afirmó que los servicios de emergencia intentaron acelerar al máximo la evacuación. “Uno reza porque nunca suceda algo como esto y ahora ha ocurrido”, dijo Sessoms, “ahora queremos evaluar la gravedad de los heridos y rezamos por que sea mínima”.