El Gobierno de Irán ha dejado de vender crudo a las compañías petroleras francesas y británicas, según ha declarado este domingo el portavoz del ministro iraní de Petróleo, Alireza Nikzad.
El régimen iraní cumple así su amenaza. Hace tan sólo unos días, un canal público de televisión anunció la decisión del Gobierno de suspender la venta de petróleo a seis países europeos, entre los que se encontraba España, como respuesta a las últimas sanciones anunciadas por la UE contra los sectores energético y bancario iraní. Apenas dos horas después, Teherán desmentía que hubiera adoptado ya esta decisión.
Con este nuevo anuncio, se cumplen los peores augurios. Segundo país de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), Irán produce 3,5 millones de barriles de crudo por día y exporta alrededor de 2,5 millones. Vende un poco más del 20% de su petróleo a los países de la Unión Europea, esencialmente a Iralia, España y Grecia; y el 70%, a Asia.
Francia, por su parte, importó en 2011 unos 58.000 barriles al día de petróleo iraní, lo que cubre el 3% de sus necesidades de oro negro.