Dos reos con graves quemaduras fallecieron en un hospital de Tecucigalpa, con lo que aumentó a 358 el número de muertos en el incendio de la cárcel de Comayagua, en el centro de Honduras, informó este sábado una portavoz del centro médico.
La vocera del Hospital Escuela, Lilia Leiva, identificó a los fallecidos como Oscar Mancía, quien murió la noche del viernes, y Alexis Bonilla, ambos de 24 años y quienes presentaban “el 70% del cuerpo quemado”.
Según las autoridades, de 852 reclusos que había en el penal de Comayagua, 353 murieron en el lugar del incendio -ocurrido en la noche del martes al miércoles-; cinco -incluidos Mancía y Bonilla- en hospitales y otros cinco permanecen internados. El resto de los sobrevivientes están recluidos en lo que quedó de la cárcel.
El presidente Porfirio Lobo reconoció la noche del viernes que habría presos fugados, pero no precisó cifras.
Unos 1.000 familiares procedentes de diferentes zonas del país se aglomeran a unos 200 metros de la morgue del Ministerio Público, adonde fueron llevados todos los cadáveres, desesperados porque les entreguen los cuerpos para llevarlos a sus pueblos y sepultarlos, una vez que sean identificados.
Apenas 32 cuerpos habían sido identificados hasta la madrugada de este sábado por forenses de Honduras, El Salvador, Chile, México, Guatemala y Perú, a los que se agregarán expertos de Argentina y Venezuela que llegarán al país para colaborar en esa tarea.