El líder de los uniformados, que permanecían acuartelados hace nueve días enla Asambleade Salvador de Bahía, fue detenido. La negociación se concretó a las 5:50, también hora local, cuando un comité conformado por funcionarios y militares logró convencer a los huelguistas, según difundió el diario brasileño Folha de So Paulo.
Los primeros huelguistas comenzaron a abandonar el predio del Congreso a las 6:25, hora local. Cada uno de ellos debió atravesar un corredor formado por miembros del Ejército y dela Policía Federal, enviados por la presidente Dilma Rousseff para contener la revuelta policial.
El paro policial refleja el malestar de una corporación históricamente mal pagada y pone en evidencia la necesidad de modernizar esta fuerza, que aún utiliza métodos heredados de la dictadura militar (1964-1985).
La huelga dejó, al menos, 115 asesinatos, saqueos y robos que sumió en el caos a Bahía. De hecho, el Carnaval pareció peligrar por la violencia. Muchos turistas decidieron cambiar el destino y no viajar a la zona. Salvador, tercera ciudad de Brasil, corazón de la cultura afro-brasileña, acoge una de las mayores fiestas callejeras del mundo. Se esperan unos tres millones de participantes en seis días, del 16 al 21 de febrero.