La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, cuestionó el envío de un destructor británico y el arribo del príncipe William “no con ropas civiles” a las Islas Malvinas. Adelantó que el canciller Héctor Timerman planteará una queja formal ante las Naciones Unidas. Además, firmó el decreto que prevé levantar el secreto sobre el informe Rattenbach
Cristina Kirchner adelantó esta tarde que le dio instrucciones al canciller Héctor Timerman para que presente una queja formal ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por lo que calificó como una “militarización del Atlántico Sur” que “implica un grave riesgo para la seguridad internacional”, según indicó.
La presentación se realizará primero el 14 de junio ante el Consejo de Seguridad, donde Gran Bretaña tiene un puesto fijo y poder de veto. Teniendo en cuenta la posibilidad de que los británicos rechacen el reclamo, la Argentina hará también una presentación ante la Asamblea General. “El sillón que cada potencia tiene en el Consejo, en lugar de solucionar los problemas, tiende a profundizarlos. Por eso también vamos a hacer la protesta ante la Asamblea”, explicó la mandataria.
En ese sentido, adelantó además que se convocará “a todos los partidos políticos” a que acompañen la presentación “porque es una convicción definitiva en todo el mundo de que este es un reclamo avalado por la sociedad argentina y la comunidad latinoamericana”.
“Que nadie espere gestos que estén fuera de la política y la diplomacia. Somos gente que hemos sufrido demasiado la violencia en nuestro país. No nos atraen los juegos de las armas ni las guerras”, ratificó Cristina Kirchner, descartando de plano cualquier ánimo belicista.
En el mismo acto, la jefa de Estado oficializó el decreto por el cual se levantará el secreto del Informe Rattenbach y creó la comisión que trabajará durante treinta días sobre su contenido. Esta decisión ya había sido adelantada el pasado 25 de enero por la Presidente.