Alrededor de 50 personas, entre apoderados y alumnas, se volvieron a tomar el Internado Nacional Femenino de Ñuñoa en protesta a los dichos del alcalde Pedro Sabat quien calificó la ocupación del establecimiento el año pasado de “un puterío” y por la política del municipio de cancelar las matrículas a varias estudiantes que participaron en las movilizaciones durante el 2011.