El diario británico The Guardian entrevistó en su escondite en los montes de Perú a Artemio, líder de la guerrilla Sendero Luminoso, cuyo enfrentamiento con el Estado causó unos 70.000 muertos en los años 80 y 90 y que sigue actuando con mucho menos poder.
El “camarada Artemio”, líder de uno de los grupos remanentes de la banda armada Sendero Luminoso, calificó de “mercenarios” a los integrantes de otro grupo senderista que se desplaza por el centro y sur de la selva peruana.
“Artemio”, cuyo nombre verdadero es José Flores Hala y lidera a los remanentes terroristas en la zona selvática del Huallaga, dijo que el Estado y las fuerzas de seguridad han “dejado, militarmente hablando”, a los terroristas del Vrae para concentrarse a combatir a los del Huallaga.
“Ellos consideran como prioridad destruirme. Destruir el Huallaga y entonces nos queda el Ene. Por eso es que están como están”, señaló en referencia a las constantes bajas que sufren los militares por las emboscadas en el Vrae.
El líder terrorista también negó que su agrupación haya recibido dinero del narcotráfico durante los años ’80 y ’90, aunque admitió que llegó a un acuerdo con los carteles para permitirles continuar con sus actividades ilegales.
‘Artemio’ comunicó que quiere una tregua y una amnistía general para ambas partes. Después de 30 años de lucha armada, dijo que estaría dispuesto a sentarse con el gobierno del presidente peruano, Ollanta Humala, y negociar un alto el fuego unilateral. “Sólo queremos hacer política, proponemos mantener una pequeña fuerza para nuestra defensa y no atacaremos siempre y cuando no seamos atacados. La lucha armada ha terminado”, afirmó.