Horas después del discurso televisado del jefe de la junta militar Husein Tantaui, la violencia permanece instalada en zonas aledañas a la plaza Tahrir, donde miles de egipcios mantienen reclaman la devolución inmediata del poder a las autoridades civiles.
En los últimos enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes en El Cairo han fallecido dos personas y otras 690 han resultado heridas. En Alejandría, la segunda capital del país, las protestas se han saldado con un muerto y 28 heridos. Esta mañana, los enfrentamientos continuaban y el ministro de Sanidad confirmaba que “se han hallado balas de fuego real en algunos de los cadáveres”.
Por ahora los medios locales dejan claro que los manifestantes no están dispuestos a cometer de nuevo el error de desalojar la plaza como hicieran tras la caída de Hosni Mubarak.
Esto mientras el presidente de facto del país aceptó la renuncia del Gabinete transitorio liderado por Essam Sharaf y se comprometió a celebrar elecciones presidenciales antes de finales de junio de 2012. Ni siquiera surtió efecto la oferta de un plebiscito urgente que somete a votación la retirada de los uniformados.