Voto electrónico: ¿Vale la pena el riesgo?
Mónica Pérez junto a los infiltrados Sandra Burgos, editora jefe de Pulso Domingo, y Sebastián Minay, periodista de La Tercera PM, analizaron la falla en las elecciones en la UDI y el futuro del sufragio digital.
“Corresponde agradecerle a la gente que creyó en nosotros en la UDI (…) Debemos pedirles disculpas”, aseveró en Duna en Punto , el presidente de directorio de Evoting, José Miguel Piquer, tras las fallidas elecciones del gremialismo el domingo.
Sobre esto, en Duna en Punto, Sebastián Minay, periodista de La Tercera PM, señaló que “este papelón que sufrió la UDI devuelve al centro de la polémica la pelea entre Jacqueline Van Rysselbeghe y Javier Macaya”.
Sin embargo, sostuvo que “mientras tanto mucha gente se ha precipitado a condenar el uso del voto electrónico en Chile, que es un sistema que no está regulado y en las referencias que existen en el extranjero son bastante decidoras (…) en muchos casos se ha recurrido en forma presencial electrónica”.
Frente a esto, el periodista destacó el caso de Estonia, que desde 1991 empezó a discutir el uso del voto electrónico y el 2005 comenzó a usar este tipo de sufragio.
“Este sistema es más sofisticado que el que utilizó la UDI, la gente entra al sitio web y se identifica como ciudadano, de hecho ellos tiene una tarjeta móvil que está asociada a la Sim de su teléfono o puedes tener una tarjeta identificatoria única e intransferible que se pone frente a un lector y te permite saber si puedes sufragar o no”, señaló el periodista.
Minay afirmó que lo que ha pesado mucho en los países del tercer mundo respecto del voto electrónico es el temor del hackeo, algo que fue real cuando Rusia intervino en las elecciones de EE.UU. en 2016, el año en que Donald Trump se volvió presidente.
Pese a que en Estonia no han habido problemas con este sistema, los expertos aseguran que no es lo mismo en un país con 1 millón de habitantes que en uno con mayor cantidad.
Ante esto, el periodista explicó que la otra cara de esta moneda es Alemania, que tiene 82,79 millones de habitantes, que partieron con un sistema que compró máquinas holandesas las cuáles ya habían tenido problemas de hackeos.
“El 2006 Alemania tuvo problemas de hackeo que terminó en el Tribunal Constitucional. Este es el caso más drástico de un país que se arrepintió de utilizar el voto electrónico”, aseveró.
Según los expertos, en el caso de Chile este sistema se puede ocupar siempre que sea regulado y que tenga un respaldo por escrito.