Los difíciles días del general Martínez

Si bien la semana pasada el comandante en Jefe del Ejército recibió un espaldarazo importante por parte del gobierno, la situación de Ricardo Martínez es muy delicada.

En Duna en Punto, Francisco Artaza, periodista de Reportajes de La Tercera , aseguró que “el Ejército está muy golpeado por escándalos de corrupción, por lo que Martínez se vio obligado a dar un paso muy significativo como el llamado a retiro a 21 de los 47 altos mando a retiro, los cuales abandonaran su cargo el próximo 1 de enero”. 

“No solo a sus más cercanos, sino que a los miembros de la institución uniformada, Martínez les ha dicho que siente que le están dando muy duro, que nunca antes a un Comandante en Jefe ha recibido un trato similar”, explicó Artaza.

En un reportaje de La Tercera, titulado “El laberinto del general Ricardo Martínez”  revela cómo la filtración de audios por parte de The Clinic, en que el uniformado asegura que, entre otras cosas, habían oficiales que compraban armas particulares, las que luego declaraban perdidas, pero que terminaban siendo vendidas al narcotráfico; le ha afectado.

Ante esto, Artaza aseveró que “el problema es que si bien el gobierno lo respaldó para no debilitar mucho más al Ejército, en el Ministerio de Defensa admiten que el general Martínez ‘copó su línea de crédito’ debido a sus declaraciones imprudentes y se le ha dicho que no tiene más espacio para otra imprudencia”. 

El periodista señaló que los problemas al interior de la institución parecen no acabar.  La ministra Romy Rutherford, quien está a cargo de la mayoría de las aristas del caso Milicogate, tiene una cantidad de investigaciones paralelas enormes y va a iniciar una nueva ronda de interrogatorios por el caso de los viajes y viáticos.

Por esta arista quedó formalizado el segundo hombre del Ejército, el general John Griffiths y han caído otro general y el coronel encargado de la parte de finanzas de la institución.

Asimismo, “habrían dos generales activos que quedaron en el alto mando y otros cuatro coroneles que fueron ascendidos a general de brigada que estarían involucrados con este caso”, explicó Artaza.

Respecto de la repercusión que tendrá este caso para Martínez, Artaza señaló que “en octubre pasado cuando el general invita al presidente Sebastián Piñera y al ministro de Defensa, Alberto Espina, a Iquique conversaron un par de horas sobre lo que será el cambio del alto mando y le pusieron ciertas exigencias bien específicas”.

“El gobierno hace lo más obvio, que es decirle al general Martínez que ‘usted tiene la responsabilidad única y exclusiva de depurar el Ejército y sacar a cualquier persona que pueda tener implicancias en estos hechos’. Por lo tanto, si cae algún general del alto mando, la responsabilidad será traspasada a él”, afirmó.