En junio de este año la LIV Golf y la PGA terminaron sus disputas legales y anunciaron un acuerdo de fusión y la creación de una tercera entidad comercial para unificar el Golf.
Hasta ahí, nadie entendía muy bien la voltereta del PGA. Sólo se sabía que las reglas del juego las seguiría poniendo el ente estadounidense y el financiamiento vendría del fondo soberano de Arabia Saudita (PIF por sus siglas en inglés)
Sin embargo, esta semana el jefe de operaciones del PGA, Ron Price, y el director independiente de la junta de políticas, Jimmy Dune, tuvieron que testificar en el Senado de Estados Unidos.
Ahí revelaron detalles, hasta ahora, desconocidos y que revelamos a continuación:
- Este acuerdo tendrá una inversión sobre la gira estadounidense que excede los 1.000 millones de dólares.
- La idea es que Tiger Woods y Rory Mcllroy se conviertan en dueños de un equipo cada uno, imitando la figura de Joaquín Niemman con Torque, y que jueguen al menos 10 torneos impulsados por Arabia Saudita. También se supo que ninguno de los dos golfistas habría estado al tanto de esta negociación.
- Se conversó sobre la posibilidad de despedir a Greg Norman. El ex golfista y dos veces ganador de The Open, fue el primero en apostar por la LIV Golg, cortó relaciones con todo el PGA y se convirtió en el CEO de la liga árabe.
Sin embargo, la preocupación de este acuerdo excede clarificar si existen prácticas monopólicas o no. Para el senador demócrata, Richard Blumenthal, el objetivo es resolver dudas “que van al corazón del futuro del deporte y otros deportes en los Estados Unidos, qué pasó para que la Gira de la PGA cambiara de posición”, pues en un comienzo los propios directivos del PGA habían dado argumentos morales para oponerse a que sus jugadores recibieran dinero saudí.