En cuatro capítulos, el documental STAX: Soulsville U.S.A. cuenta la historia del sello que nació de la mano de dos hermanos en 1957, “una especie de oasis, o limbo como le decían, donde no importaba el color, porque iban negros y blancos que tocaban con ellos, y sí importaba la música”.
“Armaron algo al principio bien artesanal y luego llegaron a un sonido funk soulero que se convirtió en marca registrada”, comentó Olivares. La mayoría comenzaba vendiendo discos, a veces llevaban instrumentos y grababan y tuvieron que pedir ayudas a sellos más grandes para la distribución lo que comenzó a traerles algunos problemas que llevaron al fin del sello.