Con canciones entonadas en masa, fotografías, banderas de Chile y muchas flores fue la despedida de Zalo Reyes, el “Gorrión de Conchalí”.
Como ya es costumbre para despedir en grande a nuestras estrellas y héroes, las pergoleras llenaron de color el cortejo fúnebre que estuvo repleto en Avenida La Paz y en el Gimnasio Municipal de Conchalí, donde despidieron al “gorrión” como el gran orgullo de la comuna que fue el cantante.
“Un cantante que nos deja una tremenda pena y nos acordamos de él siempre. Es un triunfador, empeñoso, popular, de nuestro pueblo”, dijo a La Tercera Hortensia García, una de las mujeres que despidió a Reyes.
Mientras Bernardo Pino comentó: “Él es del pueblo, es el alma del pueblo. Si hubiera estado en otro país, habría sido más grande todavía. Todos los días lo escucho”.