Una de las buenas canciones de los estertores del brit pop es “Bitter sweet symphony” que tiene un inicio, que como dijo Ignacio Olivares, deja a todos para adentro y entran en un modo de buena onda.
Claro que nada de buena onda se esconde detrás de los derechos de autor de la canción. Para el inicio, se usó un sampleo en vivo de “The Last time” orquestada de The Rolling Stones y se les dio permiso a The Verve para usar el sampleo, claro que no completo. Como lo usaron más largo, vinieron los problemas.
A la canción le fue excelente y el manager de los Stones, Allen Klein, alegó y logró que Richard Ashcroft cediera el nombre que quedó bajo Mick Jagger y Keith Richards y la plata le llegaba a Klein. Finalmente Ashcroft perdió la canción.
La canción llegó hasta el número 1 del ranking Billboard y The Verve no recibía nada por derechos de autor.
La pelea duró 20 años cuando finalmente los derechos volvieron a Richard Ashcroft después de la muerte de Klein y de que Jagger y Richards cedieron de manera voluntaria sus derechos.