58 años han pasado desde el día en que el actual ganador del Premio Nobel de Literatura, Bob Dylan, lanzó su primer disco. Del mismo nombre que el cantautor, el material nos permitió adentrarnos al mundo del Folk Contemporáneo que llevó al oriundo de Duluth, Estados Unidos, a ser el reconocido artista que es en la actualidad. Sin embargo, las críticas al LP no fueron las mejores.
A pesar de esto, la música de Dylan significó un quiebre en la música que regularmente se escuchaba en las radios de esa época. Cuando el twist sonaba a través de las principales emisoras de Estados Unidos, y el folk predominaba según lo que dictaba la banda “The Kingston Trio”, no mucho se asemejaba a la propuesta del cantante. “Había una violenta y enojada emoción corriendo a través de mí por ese tiempo”, dijo Dylan según Rolling Stone.
“Yo sólo tocaba la guitarra y la armónica y cantaba esas canciones, eso era todo. El señor Hammond (en ese entonces, ejecutivo de la disquera Columbia) me preguntó si quería cantar alguna de ellas una y otra vez, pero yo dije que no. No podía verme cantando la misma canción siempre, eso era terrible”, recuerda Dylan. Sin embargo, el cantante sí terminó firmando un contrato con la casa discográfica por cinco años, y ese fue el inicio de todo.
El álbum consistió, principalmente, de covers de canciones Folk antiguas como “See That My Grave Is Kept Clean”, de Blind Lemon Jefferson, “Highway 51” por Curtis Jones y “Fixin’ to Die” por Bukka White. Asimismo, había una versión de “The House of The Rising Sun”. Aunque el álbum sí contenía dos canciones originales: “Talkin’ New York” y “Song to Woody”.
Aunque el disco no haya podido ingresar al chart Billboard de la época, vendiendo sólo 5.000 copias en su lanzamiento, aún así Hammond continuó su interés en este nuevo y joven artista de los años 60. Tras el no tan exitoso lanzamiento, Dylan continuó grabando y componiendo canciones para así entregarnos el folk político que bien conocemos ahora. Pero no fue sino hasta el año 1962 que mostró su canción “Blowin’ In The Wind” la cual cambió el rumbo de su carrera para siempre.