Chile no tenía muchas razones para celebrar en febrero de 1979.
Un par de meses antes del Festival de la Canción de Viña del Mar, el país enfrentó su momento más difícil en el conflicto del Beagle con Argentina. Las relaciones con los vecinos estaban muy deterioradas y a última hora se desactivó una guerra inminente.
La Quinta Vergara trató de relajar el ambiente país con un surtido de invitados que iban desde Paloma San Basilio a Jorge Romero “Firulete”. Como era la época de la onda disco, los organizadores se aseguraron dos números muy vigentes: Tavares y Santa Esmeralda. Este último hizo vibrar al público festivalero con clásicos como “You’re my everything”, “The house of the rising sun” y “Don’t let me be misunderstood”. Los recordamos en Cantaron en Viña un día.