Tom Petty and the Heartbreakers llevaban 20 años juntos y siete discos de estudio publicados, cuando Petty decidió aventurarse con un disco en solitario. Eran años fecundos para el rockero rubio. 1988 fue el año en el que participó en uno de los proyectos musicales que definió el concepto de “súper banda”, formando parte de los Travelin Wilburys, un proyecto creado por Jeff Lynne (ELO) y George Harrison, al que luego se sumarían Bob Dylan y Roy Orbison. Petty sería el último en entrar.
Durante ese periodo, Tom Petty daría forma a Full Moon Fever, su primer disco sin su banda de siempre, aunque algunos de los músicos de esta decidieron participar, como el guitarrista Mike Campbell. A él se sumaron sus nuevos mejores amigos, Roy Orbison, George Harrison y Jeff Lynne.
Fue justamente la experiencia con Lynne la que hizo la diferencia a la hora de producir el disco. Primero fueron algunos comentarios que el inglés hizo acerca de una canciones, pero Petty no se detuvo ahí y -como el mismo ha confesado- compartió cada una de las canciones que preparaba, una a una, con Lynne y este hizo una a una su magia de estudio para transformarlas en un disco sólido y soleado. Los acordes de “Free fallin”, el primer track del disco, planean entre los cálidos vientos de la Costa Oeste, donde Petty, originario del Estado de Florida, se había radicado.
Full Moon Fever, un disco hecho con guitarras acústicas que no suena a folk, sino derechamente a rock y que incluso en pleno otoño y treinta años después, puede sonar a verano.