La música de The Beatles marcó diversas generaciones y lo sigue haciendo en la actualidad y una de las constantes que se ha mantenido durante todo este tiempo es la discusión sobre la autoría de varias de varias de sus canciones. Hace poco conocíamos la canción en que Yoko Ono decía haber influenciado: “Jealous Guy”.
Mientras la banda estuvo activa, todas las canciones contaban con el crédito Lennon-McCartney, independiente de si habían trabajado juntos o no en la creación, y hasta la actualidad, esta dupla genera un debate frecuente en el mundo musical.
El conflicto está en que tanto Lennon como McCartney reclamaron autoría sobre In My Life, publicada en el álbum “Rubber Soul” de 1965.
La disputa empezó en los años 70, cuando Paul McCartney le dijo al presentador de TV británico Paul Gambaccini que había “escrito la melodía de las palabras de John”, pero en una entrevista dada por Lennon y publicada algunas semanas antes de su asesinato rechazó esa afirmación, “Paul me ayudó con el interludio”, dijo.
¿Cómo las matemáticas ayudaron a resolver la duda?
Mark Glickman, profesor de estadística en Harvard y Jason Brown, profesor de matemáticas en la Universidad de Dalhousie diseñaron un algoritmo que analiza tanto la letra como la melodía de las canciones.
En el caso de la letra, se usó la “estilometría”, una técnica que compara textos de un autor respecto a otros, y que busca analizar ciertos rasgos de estilo de un escritor.
Para la melodía, las cosas se complicaron un poco ya que debieron recolectar datos como progresiones de los acordes, intervalos entre las notas y formas de las frases.
La “deconstrucción” de las canciones calculó 149 componentes musicales, los que fueron usados como datos para los investigadores y que proporcionaron características distintivas entre cada compositor. Uno de los ejemplos fue un “salto de octava” en la melodía, el que se sabe que corresponde a McCartney, y que está presente en canciones como Eleanor Rigby y Love Me Do.
La resolución
El algoritmo matemático analizó hasta 70 canciones de la banda y según los desarrolladores, predijo la autoría de las canciones en un 80%.
“La probabilidad de que In My Life fuera escrita por McCartney es de menos de un 2%”, dijo Glickman en un comunicado, lo que avala la versión de John Lennon.
El investigador agregó: “Si comparas In My Life con las canciones que escribió Lennon y las que compuso McCartney en ese período, es mucho más consistente con lo que hacía Lennon”, pero además, al analizar el “interludio”, se encontraron patrones distintivos de Paul.
La canción en disputa no es una de las canciones más conocidas de la banda, pero es alabada por la industria musical, y está situada en el número 23 como una de las mejores de la historia según la revista Rolling Stone.
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