Tras el apabullante estreno de “Coming Home” en 2015, no quedó otra que sacarse el sombrero frente al atrevimiento de Leon Bridges haciendo soul que -por letras, composiciones y arreglos- bien podría ser una pieza perdida del R&B de fines de los 50s.
El producto vintage, tan cotizado en esta década que termina, fue el caldo perfecto para iniciar una carrera que desde su comienzo presentaba desafíos para hacerla sustentable. Volver a utilizar la fórmula en tiempos que exigen una constante innovación, parecía no solo arriesgado sino también discreto para alguien que quiere seguir creciendo musicalmente.
Finalmente se levantó el velo de lo que es la nueva música de Bridges, quien el próximo 4 de mayo estrenará su segundo álbum Good Thing, y el movimiento es sin duda hacia adelante. Sin sacrificar una pizca de calidad en cuanto a letras y arreglos, las primeras dos nuevas canciones del crooner mantienen lo mejor de su propuesta original, más cercana al estilo de Otis Redding o Sam Cooke, pero ganan en aggiornamento que lo acercan a propuestas más contemporáneas como John Legend o incluso el mismísimo Bruno Mars. Acá dos canciones como botón de muestra.