Conocido era el carácter de Ike, esposo de Tina Turner. Un tipo talentoso, controlador y violento que conseguía a través del miedo lo que muchas veces no lograba por respeto.
Cuando la dupla Turner decidió trabajar con el productor Phil Spector -otro que tenía fama de obsesivo- este se aseguró de que Ike no interfiriera en lo que él quería lograr. La gracia le costó $ 20.000 USD pero se aseguró de tener total control sobre Tina Turner en la que sería su primera incursión en un estudio con una orquesta completa.
Un 7 de marzo de 1966, la Turner pasaría horas grabando una y otra vez su voz para el single “River Deep, Mountain High” hasta que Spector estuviera convencido que tenía la toma correcta.
La canción, que se transformó en un éxito mundial, y la extenuante jornada de grabación fue inmortalizada en 1993 por la actriz Angela Basset quien encarnó a Turner en una de las escenas de la película sobre su vida, What’s Love Got to Do with It y que le valió el Globo de Oro ese año.