Poco tiempo transcurrió luego de la muerte de Chris Cornell para que el equipo forense de Detroit, Michigan, informara que el cantante se ahorcó para causar su muerte. A pesar de esto, su viuda Vicky Cornell señaló que el artista ya no se encontraba en estados depresivos y que tampoco había mostrado indicios de ideas suicidas en el último tiempo. La familia declaró en un comunicado creer que su suicidio se debió a una alteración de su estado mental:
“Sin los resultados de los exámenes de toxicología, no sabemos qué estaba ocurriendo con Chris o si alguna sustancia contribuyó con su fallecimiento. Chris, un adicto en recuperación, tenía una prescripción médica para Ativan y quizás ingirió más Ativan que la dosis recomendada. La familia cree que si Chris acabó con su vida, no sabía qué estaba haciendo, y que las drogas y otra sustancia quizás afectó sus acciones”
Además, la viuda, que pudo hablar con Cornell antes de que se subiera al escenario a presentar lo que fue su último show junto a Soundgarden, dijo: “Noté que arrastraba las palabras; estaba diferente. Cuando me contó que había tomado una o dos Ativan extras, me contacté con seguridad y les pedí que fueran a chequear cómo estaba”. Ativan es un sedante y ansiolítico que se usa para controlar cuadros de ansiedad y depresiones.
Por último, Vicky Cornell agregó que “la muerte de Chris es una pérdida que no tiene palabras y creó un vacío en mi corazón que nunca será llenado. Chris fue un padre y marido devoto. Era mi mejor amigo. Su mundo era su familia en primer lugar y la música, en segundo término”. Tuvieron dos hijos juntos, Toni (12) y Christopher (11).