Un 26 de agosto de 1914 nació en Bruselas, Bélgica, Julio Cortázar. Escritor fundamental, fuente de inspiración y maestro en unir lo fantástico con la realidad. Como lo describe Matías Rivas, “inventó un tipo de narración en la que lo fantástico se cuela en la vida cotidiana de forma inesperada”. Agregando que “pedía un lector complice”.
A los cuatro años, el autor que hoy estaría cumpliendo 110 años, viajó con su familia a Argentina, donde creció y se formó en el genio que todos conocemos que hizo y hace volar la cabeza con sus escritos, siendo el más icónico Rayuela (1963), donde Cortázar desafía las convenciones narrativas al dar la posibilidad de que puedan elegir el orden de los capítulos dando nuevas perspectivas sobre la realidad.
Libro que también destaca Matías Rivas dentro de cinco lecturas imperdibles del autor:
“Rayuela es su novela fundamental. Un libro mítico y clave para la literatura en español. Una historia de amor escrita como un puzzle desarmado. Fragmentos de vida de los personajes”.
Rivas también apuntó a sus cuentos: “Y sus cuentos son magistrales. Muy influyentes y escritos con destreza”.
Bestiario, el primer libro publicado bajo su nombre con ocho obras maestras que hablan de hechos cotidianos y objetos de la vida diaria, que se transforman, sorprenden y generan incomodidad.
Final de juego es el segundo libro de cuentos del autor donde nada es lo que parece y durante todo el libro hace jugar al lector, hasta el último cuento que se llama “Final de juego”.
Las armas secretas, con este libro, según consideraba el propio escritor, hizo una bisagra en su forma de escribir, inaugurando una nueva manera de moverse en la realidad mostrando múltiples análisis de la misma.
Todos los fuegos el fuego relatos llenos de humor, parodia y ternura que muestran complicidad y metáfora. Una referencia obligada a Cortázar.