Los datos que hay que conocer de Roberto Bolaño a 21 años de su muerte

Un 15 de julio de 2003 murió Roberto Bolaño Ávalos, el destacado escritor y poeta chileno del cual se reconocen sus títulos como “Los detectives salvajes”, que ganó el Premio Herralde en 1998 y el Premio Rómulo Gallegos en 1999, además de “2666”, que fue lanzada de forma póstuma.

Actualmente es considerado uno de los autores más influyentes de la literatura en español, de hecho varios de sus títulos parecen entre los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.

Su historia nómada

“Yo nací en Santiago, pero nunca viví en Santiago. Viví en Valparaíso, luego en Quilpué; en Viña; en Cauquenes, una zona llena de alcohólicos y de espiritistas. Bío Bío es la tierra de mis mayores, como diría Serrat, y es el lugar a donde llegó al menos la parte paterna de mi familia, a Mulchén, porque yo viví en Los Ángeles”, contó Bolaño en una entrevista de 2003.

“Mis padres se cambiaban mucho de casa, pero los motivos eran inconfesables. Yo siempre creí que todas las familias chilenas se trasladaban mucho; en realidad, sólo era la mía”, agregó.

Problemas de salud

En esos años de infancia apareció uno de los rasgos que lo acompañaría por el resto de su vida, las enfermedades.

“Hasta los diez años fui visitante asiduo de consultas y hasta de hospitales, pero a partir de entonces mi madre creyó que ya era suficientemente fuerte como para aguantarlo todo”, dijo en un discurso que dio en Caracas, en agosto de 1999, cuando le entregaron el Premio Rómulo Gallegos.

Su vida en México

Cuando Roberto tenía 15 años, en 1968, su familia se fue a vivir a México. “Para mí fue, yo diría, la experiencia más vital. En total he vivido en México cerca de diez años y para mi percepción de lo que yo creía que era ser escritor, eso fue básico. De hecho, mis primeras lecturas son de autores mexicanos, una literatura riquísima, que yo creo que me ha marcado como ninguna otra”, dijo en la misma entrevista de 2003.

Nunca habló mucho sobre esos años, aunque sí los usó como insumo para algunos cuentos. Tampoco era algo que comentara con amigos, como lo recuerda el editor español Ignacio Echevarría.

Ignacio Echevarría

“Conmigo nunca hablaba de eso, que yo recuerde. Pero Chile nunca dejó de estar muy presente para él. Nada que tuviera que ver con su país de origen lo dejaba indiferente. A partir de 1998, en que regresa por primera vez después de veinticinco años de ausencia, la relación con Chile se hace cada vez más visceral. Él nunca dejó de considerarse un escritor chileno, y es en el marco de la literatura chilena donde él mismo se ubicaba en primer lugar, con la que se medía en primera instancia. Queda mucho por explorar y aún más por decir de la relación de Bolaño con Chile”, dijo a Culto.

¿Qué le gustaba hacer?

“Escribir, leer, hacer el amor, conversar, reírse, escribir, jugar, escribir, ver películas y programas delirantes en la televisión, escribir, reírse de nuevo, hablar por teléfono, contar sus sueños, escribir, reírse hasta las lágrimas, reírse de sus lágrimas, seguir escribiendo. Más o menos en este orden”, recordó Ignacio Echevarría.

Este viernes Roberto Bolaño habría cumplido 70 años, pero falleció el 15 de junio de 2003 debido a una falla hepática, cuando tenía solo 50 años.