Carrie Fisher conoció desde pequeña el mundo de Hollywood. Hija de dos famosos, la actriz también muerta Debbie Reynolds, y el cantante, Eddie Fisher, desde niña se enfrentó a los extremos de la fama.
Debutó en el cine a los 13 años en una película junto a su madre y ya en 1977 se hizo mundialmente conocida con su interpretación de la princesa Leia en la saga “Star Wars”. Desde ahí partió una relación difícil con las drogas. Muchas veces reconoció que mientras filmaba “El imperio contraataca” aspiraba cocaína y más de una vez en su vida fue a centros de rehabilitación.
Icono no solo en la pantalla, Fisher también fue un símbolo de feminismo, sobre todo el año pasado cuando fue rostro de la “marcha de las mujeres” en contra de Donald Trump.
Rebelde, decidida y romántica, el 27 de diciembre, a los 60 años, la actriz Carrie Fisher murió producto de un ataque al corazón en un vuelo desde Londres a Los Ángeles.