Nacida en Osorno, la poeta Delia Domínguez fue una de las poetas que ocupó un lugar en la llamada Generación del 50 junto a Enrique Lihn, Jorge Edwards y Enrique Lafourcade, entre otros.
Amiga de Pablo Neruda e Isabel Allende, Delia Domínguez entró a estudiar Derecho a la Universidad de Chile, pero no terminó la carrera. Se hizo cargo del fundo familiar en Osorno y debutó en la literatura en 1955 con Simbólico retorno.
Neruda dijo de ella alguna vez: “Compréndase que por naturaleza, por formación ecológica, la poesía de Delia Domínguez, osornina de los bosques de Osorno, es atrevida y descalza; sabe caminar sin miedo entre espinas y guijarros, vadear torrentes, enlazar animales, unirse al coro de las aves australes sin someterse al tremendo poderío natural para conversar con tristeza o con amor con todos los objetos y los seres. Mi amiga silvestre criada entre los avellanos y helechos antárticos domina la relación humana con la ternura que adquirió aprendiendo y defendiéndose de la soledad”.
Además, Delia fue directora de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y de su revista, Alerce. Escribió en Revista Paula siendo jefa de redacción y crítica literaria, además de ser parte de distintos programas de televisión y panelista en radio Chilena.
Fue candidata al Premio Nacional de Literatura, sin obtenerlo. Sí ganó el Premio Consejo Nacional del Libro, en 1996.