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Gonzalo Pavón: Chile, las primarias y el mundo

Emol

Un análisis en mira a las primarias de este domingo, que sitúa a cada precandidato con su visión internacional del país. ¿Están mirando el mundo?

Por:

30 Junio, 2017

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Sin considerar el éxito en Rusia, esta semana Chile se movió por distintas instancias y latitudes. Mauricio Macri aterrizó en Santiago, Heraldo Muñoz visitó Lima, la Presidenta Michelle Bachelet llegó a Cali para la cumbre de la Alianza del Pacífico y Evo Morales se mantuvo en pie de guerra en La Paz.

Esta misma semana, en la que el caos en Venezuela rayó en lo cinematográfico, cinco precandidatos cerraron sus campañas con miras a las primarias. Dada la conjunción, la pregunta es inevitable: ¿cuán prioritario y qué es lo que advierten cuando miran al exterior?

De derecha a izquierda —alguien podrá discrepar del orden—, las propuestas rezan lo siguiente.

En sus 150 páginas, el programa de Manuel José Ossandón menciona una vez la palabra “Argentina”, y lo hace con relación a la Cenabast. “Perú” y “Colombia” aparecen citados en un ranking de emprendimiento. Bolivia no figura en el temario, pero sí lo hacen las relaciones internacionales. Primero, asociadas a “abrir nuevos mercados y generar potenciales alianzas” en el ámbito minero. Luego, en el capítulo que aborda la inmigración, y debajo del punto sobre la “inmigración ilegal”, Ossandón propone una modernización de la Cancillería, con el foco puesto en asignarle una prioridad a los funcionarios de carrera por sobre los nombramientos políticos. “Nuestro país ha sufrido en los últimos años una excesiva politización de sus relaciones exteriores y como consecuencia, una precarización de nuestra imagen institucional en el exterior. Esto se debe en gran medida al poco reconocimiento y espacio que se les ha dejado a aquellos funcionarios de carrera que están formados para asegurar la idónea representación de nuestro país en el extranjero”, asegura.

En los “Principios y propósitos del programa de gobierno” de Sebastián Piñera no hay menciones al exterior. Tampoco en el resto de las 24 páginas del documento. Así las cosas, no queda más que esperar a lo que ocurra este fin de semana para ver qué es lo que eventualmente se propondrá en este ámbito.

El “Programa de gobierno” de Felipe Kast señala explícitamente que aborda las “principales acciones, iniciativas y proyectos”. No es exhaustivo, puede inferirse, pero es una declaración de prioridades. “Argentina” y “Perú” aparecen mencionados con relación a la “expansión internacional del sistema eléctrico nacional”. Argentina, además, figura como ejemplo de un país con una tasa de población inmigrante superior a la chilena. Bolivia no figura.

Más a la izquierda, Beatriz Sánchez cita a Argentina, entre otros Estados, como un ejemplo de participación ciudadana para iniciativas de ley. Si bien las relaciones internacionales aparecen listadas dentro de los “ejes temáticos” del “proceso programático del frente amplio”, Perú y Bolivia no están en este mapa. No obstante, hay que tener en consideración lo que el texto señala expresamente: que el programa es un asunto no terminado, ya que “será desarrollado con un fuerte compromiso con la democracia y con la participación vinculante de la ciudadanía. Para ello, se ha diseñado una metodología de trabajo destinada a que todos los participantes puedan presentar propuestas para mejorar Chile en diversas áreas de la actividad nacional y que dichas propuestas puedan ser elegidas y priorizadas democráticamente por todos y todas”. Para conocer los detalles, habrá que esperar el resultado y los plazos establecidos para este proceso.

Bucear en el programa de Alberto Mayol es un poco más complicado porque no tiene un índice. No obstante, el sociólogo dedica un capítulo a las relaciones exteriores. En éste, se señala que “Chile es irrelevante en el concierto internacional. Ni siquiera ha sabido sostener las mínimas acciones que establezcan una posición consistente”. Mayol opina que “Chile apuesta hoy por la Alianza del Pacífico, que ya no es importante. Y da tumbos en sus relaciones exteriores, con pésimos desempeños en los casos de litigios con Perú y con Bolivia”. Para esto, presenta un diagnóstico: “La culpa es de todos los que han administrado los gobiernos existentes. Necesitamos relaciones exteriores que hagan de Chile un país con influencia. Chile ha simplificado sus relaciones exteriores: firmar tratados de libre comercio, buscar socios fuera del subcontinente y repeler posibles ataques diplomáticos de países vecinos. Es un repertorio corto y de poco valor. Hoy el país no cumple rol alguno en el concierto mundial y eso debe modificarse. La influencia global es un capital de gran importancia”. Como sea, más allá del exámen, no hay una propuesta de cuáles serán los pasos a seguir para hacer frente a este panorama.

Como contraposición a los cinco textos mencionados, esta misma semana la fotografía oficial del presidente de Francia fue celebrada, comentada y analizada. Desde sus elogiadas cualidades físicas hasta su marcado discurso simbólico. Sin detalles al azar, Emmanuel Macron registró en la imagen aquello que ha venido promoviendo desde que su nombre comenzó a sonar como candidato. No es para sorprenderse, si se considera la línea que ha trazado su discurso, que la bandera de Francia coquetee con la de la Unión Europea, y que la ventana que se abre detrás suyo se estire hasta el cielo.

La apertura al continente frente al renacimiento de los nacionalismos, la bienvenida al aire fresco de las ideas que están ahí afuera. Como lo sintetizara el mismo Macron hace pocos días, “Europa no es un supermercado. Europa es un destino común”.

Más allá de los dichos y los hechos el modo en el que se relacionan los países sigue siendo un asunto crucial e inevitable. Cada candidato, y más el que salga finalmente elegido, está en su soberano derecho de elegir sus prioridades. Como sea, es importante no perder de vista que Chile suma más de 10 años enrevesado primero con Perú y luego con Bolivia, y que dados los vericuetos de la historia uno de estos conflictos saltó directamente contra uno de los candidatos.

En esa entelequia anárquica sobre la que discuten las naciones —Donald Trump mediante— cualquier pequeño asomo de sensatez se puede convertir en un monumento eufórico. Desde la riqueza de la inmigración, las ataduras de la geografía y la necesidad de los intercambios, es importante observar, examinar, conversar y proponer. Mirando el páramo actual, hay ahí una buena oportunidad para quienes sigan en competencia.

Foto: Emol

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