Columna de Héctor Soto: Despoblamiento político del centro
“Hoy, cuando el centro le debiera estar dando cancha, tiro y lado al resto de las fuerzas políticas, está más complicado que nunca”, observa el conductor de Terapia Chilensis.
La política chilena, que durante décadas fue previsible, burocrática y aburrida, se ha vuelto no solo imprevisible sino también contraintuitiva. Hoy, cuando el centro le debiera estar dando cancha, tiro y lado al resto de las fuerzas políticas, está más complicado que nunca. La DC bravuconea con su candidata, amenaza con sacarla de las primarias y llevarla directamente a primera vuelta, pero la verdad es que medio mundo sabe que da igual: haría el ridículo tanto en julio como en noviembre. Y lo haría porque hasta ahora Carolina Goic nunca ha movido las agujas de las encuestas. A los candidatos que no llegan al 3% habría que mandarlos a terapia, porque significa que tienen algo obstruido en sus radares. Habría que pedirles, sí, que tomen número porque son muchos los candidatos(as) los que están o han estado en ésas.
También está complicado Ciudadanos. El Servel lo borró del registro de partidos políticos porque no cumplió con los mínimos del refichaje. Si bien hay apelaciones pendientes, el movimiento que encabeza Andrés Velasco está en problemas. Velasco compitió por la nominación dentro de la Nueva Mayoría el año 2013 y ni siquiera la gente de muy buena memoria recuerda qué es lo que estaba haciendo ahí. Pero después fundó su movimiento, quiso perfilarse como alternativa de centro, tuvo tratos con Amplitud, movimiento desgajado de RN que quiso correrse al centro y que ha evolucionado de mal en peor, y ahora se debate entre el ser y el no ser. Mala cosa.
¿A qué se deberán los problemas que estamos viendo en el centro político? ¿A que la política chilena seguirá tributando cada día más sólo a los ejes de izquierda y derecha? ¿A que la Nueva Mayoría se fugó a la izquierda y decidió entregarle en bandeja el centro a Sebastián Piñera? ¿A que las décadas de vigencia del sistema binominal introdujeron en el mapa electoral distorsiones que será muy lento corregir? ¿O –diciendo las cosas por su nombre- a que el centro político chileno sigue en deuda con el país, porque hasta ahora nadie ha logrado acuñar desde ahí un proyecto político potente ni tampoco un liderazgo de convocatoria realmente nacional?
