Duna
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Como tarea auto impuesta, el nuevo gobierno deberá generar un proyecto de reforma tributaria, cuyo anuncio se concretaría dentro de los primeros 100 días. En un comienzo se deberá recaudar el costo de las primeras 50 medidas, que alcanza los US$ 720 millones para 2014.
El canciller y su equipo deberán implementar el fallo de la Corte de La Haya respecto al diferendo marítimo con Perú y construir la defensa de Chile ante la Corte Internacional de Justicia por la demanda marítima boliviana, frente a lo cual Michelle Bachelet ya dio un primer paso al confirmar a Felipe Bulnes como agente ante el tribunal.
Demandas permanentes sobre este sector son mejorar los servicios de salud pública con una atención oportuna, abaratar los costos de las atenciones médicas, los tratamientos y los medicamentos.
Para llevar a cabo lo propuesto en su programa de gobierno, el equipo de Michelle Bachelet deberá ser capaz de establecer un diálogo con los diferentes sectores para llegar a un consenso en materia de la reforma educacional, además de evitar un nuevo afloramiento de las protestas por parte del movimiento estudiantil.
El gobierno entrante deberá resolver tempranamente un plan de acción dirigido a concordar medidas inmediatas que reduzcan los efectos de las restricciones de capacidad, así como identificar opciones para acelerar la entrada en operación de proyectos en marcha y/o proveer abastecimiento de gas a centrales que quedaron sin abastecimiento por la crisis de Argentina.
La instauración de las elecciones primarias, además del voto voluntario y la inscripción automática son avances concretos en facilitar la participación política de la ciudadanía. Queda en deuda la aprobación del voto de chilenos en el exterior además de la reforma al sistema binominal para la elección parlamentaria, que ya tuvo un primer paso con la eliminación del guarismo 120.
La creación de dos nuevos ministerios –Desarrollo Social y Deporte-, y de ChileAtiende, la entrada en vigencia de la Ley del lobby y la elección directa de consejeros regionales puede ser vista como un avance para un aparato estatal más completo y eficiente. Sin embargo, durante esta administración quedaron en entredicho importantes instituciones: el INE quedó debilitado con los errores en el Censo 2012, el Registro Civil con sus múltiples fallas del sistema y problemas en la atención, el Servicio de Impuestos Internos con la renuncia del director Julio Pereira por su vinculación con la la empresa de retail Johnson’s y las cifras de la última Encuesta CASEN fueron puestos en duda.
Este tema quedó pendiente y justamente fue tomado como eje programático por la oposición para triunfar en las pasadas elecciones presidenciales. No se logró llegar a un diálogo con los distintos sectores para lograr una reforma al sistema vigente, tanto a nivel secundario como universitario. Se concretó un incentivo a la carrera docente a través de la Beca Vocación de Profesor, y hubo avances a través de la obligatoriedad de la educación preescolar e inauguración de 60 Liceos Bicentenario.
A pesar de que la última Encuesta de Victimización muestra que el número de hogares que fue víctima de un delito disminuyó en 1,5% respecto de 2012, las altas expectativas de que Piñera tendría como bandera de lucha la seguridad, deja esta área al debe.
La creación del Ministerio del Deporte y que Chile se transformara en la sede de los Juegos Suramericanos serán hitos recordados. En cuanto a infraestructura, se continuó la tarea comenzada en el gobierno anterior de Michelle Bachelet, con la remodelación de 13 estadios y la construcción de 22 polideportivos.
