La vida post pandemia: Los cambios que se esperan tras el coronavirus
En medio del incierto escenario sobre el coronavirus, te invitamos a pensar en el futuro y en la vida que vendrá.
A seis meses de que se encontró el primer caso de coronavirus en Chile, el país ha avanzado de a poco a un desconfinamiento de las personas, en la búsqueda de empezar la “nueva normalidad”.
Pese a esto, aún es incierto lo que ocurrirá con la pandemia y si en algún momento volveremos a la vida a la que estábamos acostumbrados.
Esto, dado que en Europa en este momento están viviendo un rebrote del Covid-19 y han debido endurecer nuevamente sus medidas de confinamiento y aislamiento.
Si bien en Chile, aún no hemos tenido ese rebrote, debemos mantener las medidas de distanciamiento social, lavado de manos y uso de mascarilla.
Uno de los efectos que ha tenido el encierro debido a la pandemia es el denominado “Síndrome de la cabaña”, que se trata del estrés que sentimos cuando dejamos nuestros hogares para regresar al mundo en medio de la pandemia.
“Que haya mucha gente que tenga una ansiedad o una resistencia a salir, me parece razonable” sostuvo en Hablemos en Off, Constanza Michelson, psicoanalista y autora de “50 Sombras de Freud”, “Neurotic@s” y “Hasta que valga la pena vivir”.
Para enfrentar este regreso, el doctor James Arkell, consultor en psiquiatría para el Nightingale Hospital de Londres explicó que “la terapia de exposición trabaja con una función básica del cerebro humano. Hacemos asociaciones rápidas entre cosas. Es lo que se llama condicionamiento clásico. Si cierras los ojos y visualizas chupar un limón, ¡sentirás el cosquilleo en tus glándulas salivares!’
Para que esta terapia funcione, el doctor Arkell sostiene que “tienes que quedarte fuera de la casa durante el tiempo suficiente como para que la ansiedad se vaya, de manera que puedas hacer una nueva asociación positiva entre el hecho de relajarte y estar fuera de casa”.
Esto, tiene que realizarse respetando las normas sanitarias establecidas por cada país. En el caso de Chile, respetar el Plan Paso a Paso y el toque de queda.
En medio del incierto escenario sobre el coronavirus, te invitamos a pensar en el futuro y en la vida que vendrá post pandemia.
La vida digital y teletrabajo llegó para quedarse
Sin duda que el teletrabajo se ha vuelto parte fundamental de nuestras vidas tras la llegada del coronavirus.
Según un estudio de Randstad, realizado a más de 400 personas encargados de tomar decisiones en diferentes sectores, un 75% planea mantener la modalidad de teletrabajo una vez finalizada la crisis: 63% lo hará solo algunos días a la semana y 12% lo implementará a tiempo completo.
Del 25% restante, 15% reconoce que aún no ha tomado esta decisión, 8% sostiene que todos tendrán que volver a la oficina y 2% comenta no ha implementado home office durante este periodo.
Sobre esto, Salvador Macip, doctor en Medicina y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), sostuvo en The HuffPost, que “el teletrabajo vino a quedarse”:
“Creo que el teletrabajo sí ha venido para quedarse. La gente está entendiendo que quizás no hace falta ir todos los días a la oficina y puede trabajar desde casa perfectamente”, afirmó el especialista.
Asimismo, sostuvo que “el cuidado con la mascarilla, la distancia y el lavado de manos también se tendrán más en cuenta para el resto de las infecciones”.
Otro quien está a favor de mantener el teletrabajo, es Mark Zuckerberg, CEO de Facebook. “La mayoría de nosotros estamos trabajando de forma remota en este momento, por lo que no tiene sentido que llevemos personas a oficinas a las que muchos de ellos no podrán acceder de todos modos”, aseveró.
Más allá de la pandemia, el líder de la red social plantea que “se trata fundamentalmente de cambiar nuestra cultura y la forma en que todos vamos a trabajar a largo plazo”.
Otro quien está dispuesto a mantener el trabajo remoto es Tim Cook, CEO de Apple, quien sostuvo que está impresionado por la capacidad de los trabajadores para operar bajo esta nueva modalidad, anticipando que planean que varios se mantengan en esa situación.
“Con toda sinceridad, no es como estar juntos físicamente. Así que no puedo esperar a que todos puedan volver a la oficina. No creo que volvamos a ser como éramos, porque hemos descubierto que hay algunas cosas que realmente funcionan muy bien virtualmente”, afirmó.
La educación después del Covid-19
Una de las enseñanzas que nos dejó la pandemia son los cambios que necesita la educación del futuro. Esto en medio del plan presentado por el Ministerio de Educación para incentivar el regreso a clases presenciales en los lugares en donde es posible.
Las mayores fragilidades que ha revelado el sistema educativo son las muchas deficiencias e iniquidades en los sistemas educativos, desde la banda ancha y los computadores necesarios para la educación en línea, pasando por los entornos de apoyo necesarios para enfocarse en el aprendizaje, hasta las dificultades encontradas para alinear los recursos de enseñanza con las necesidades.
Ante esto, Andreas Schleicher, director de Educación en la Ocde señaló que “los estudiantes privilegiados consiguieron sortear rápidamente las puertas cerradas de los centros y encontrar vías hacia oportunidades de aprendizaje alternativas apoyados por sus padres y deseosos de aprender; los de familias desfavorecidas se quedaron fuera cuando las escuelas cerraron”.
Según la Unesco, la mitad del total de los alumnos en el mundo –unos 826 millones de estudiantes– que no pueden asistir a la escuela debido a la pandemia, no tienen acceso a un computador en el hogar y el 43 % (706 millones) no tienen internet.
Otra de las falencias que ha tenido el sistema, es lo agotador que es estar todo el día frente a una pantalla. “El aprendizaje remoto nos ha recordado que un aprendizaje poderoso solo puede ocurrir cuando estamos comprometidos, enérgicos y enfocados. Si se trata de completar horas, entonces estamos perdiendo el punto”, resalta un artículo del Foro Económico Mundial.
Investigadores de la Universidad de Pekín han dicho que “las sesiones en línea entre 15 y 30 minutos son más efectivas”. Esto hace pensar la efectividad de los sistemas educacionales en los que los estudiantes están en las salas de clases durante horas y horas con pocos descansos.
Sin embargo, el principal reto al que se ha enfrentado es a la violencia que están viviendo los niños, niñas y adolescentes en sus casas. “Nos dimos cuenta de que teníamos que fortalecerlos en habilidades socioemocionales, en pensamiento crítico, en las habilidades para el siglo XXI. Pero, sobre todo, empoderarlos para que puedan defender sus derechos. Los padres tienen en sus cabezas esa idea de que la letra con sangre entra, entonces presionan a los niños por medio de la violencia psicológica y física”, dice el Foro Económico Mundial.
Otro de los temas a tomar en cuenta es la necesidad de los niños y jóvenes de interactuar con otras personas de su edad. Según Unicef, mantener el ritual de la escuela, con sus registros y momentos de interacción social y que los estudiantes se mantengan en contacto con sus compañeros y amigos es psicológicamente importante durante esta crisis.
¿Qué se viene para el futuro?
El doctor Yong Zhao, autor y orador internacional, advierte que “desafortunadamente, el deseo dominante fuera del grupo de educadores innovadores, es regresar a la misma escuela y la misma educación”.
Asimismo, sostienen que la pandemia forzó la cancelación de muchos exámenes, eliminando así la presión para enseñar por la prueba. Además las admisiones universitarias se empezaron a basar en otras evidencias que no son los puntajes en los exámenes.
El tercer punto es que los gobiernos, si son razonables, no pueden exigirles a las instituciones educativas que cumplan con sus planes de estudios prescritos antes de la crisis. Cuarto, porque la educación en línea no es propicia para ofrecer instrucción de alta calidad en algunas materias que tradicionalmente han sido más valoradas que otras.
Según un informe de Dell Technologies, el 85 % de los trabajos en 2030 en los que entrarán la generación Z y Alpha aún no se han inventado.
“La naturaleza de nuestras respuestas colectivas y sistémicas a las perturbaciones será lo que determine cómo nos afectarán. Hay un camino claro hacia adelante”, señala Schleicher.
Asimismo, aseveró que “vivimos en un mundo en el que lo que es fácil de enseñar y evaluar también se ha convertido en fácil de digitalizar y automatizar. El reto del futuro consiste en armonizar la inteligencia artificial de los ordenadores con las capacidades cognitivas, sociales y emocionales y los valores de los humanos”.
En una investigación de la Ocde recién publicada sobre la educación después del Covid-19, en la que se plantean lineamientos de cómo debería darse este cambio, se resalta que la imaginación, la conciencia y el sentido de la responsabilidad serán los que ayuden a sacar partido de la tecnología para crear un mundo mejor. Y es que actualmente, el éxito en la educación tiene que ver con la identidad, la capacidad de intervención y las metas.
Uso de más bicicletas
Cada día son más los que se han subido a una bicicleta. En Chile ha aumentado su uso, especialmente en la Región Metropolitana tras el estallido social y ahora en las comunas que han comenzado a salir de sus cuarentenas.
Tras meses de encierro, el denominado boom de las bicicletas ya se demuestra en el mundo. En Francia, por ejemplo, su uso creció un 200%, consignó CCN Chile.
Asimismo, señaló que en el caso de nuestro país ha aumentado un 10% durante estos meses.
Algo que ha podido confirmar Paul Echard, fundador de la tienda especializada Echard Bike Center, distribuidora oficial de la marca Trek, quien afirmó a Cooperativa que “hubo una explosión importante en el uso de la bicicleta. Ya desde antes la gente la estaba usando más, pero post pandemia la situación de la venta y reparación de bicicletas se ha incrementado bastante”.
“En este momento la gente está prefiriendo la bicicleta porque se independizan. Se bajan del auto o de la locomoción colectiva, para tener más autonomía y por precaución para disminuir el riesgo de contagiarse (de coronavirus). Además, no sé si en otras ciudades ocurre, pero Santiago está saturado de autos, uno ya no puede trasladarse de una comuna a otra. En bicicleta uno gana muchos minutos, no hay tacos”, aseveró.
La vida post pandemia sin duda traerá muchos cambios a lo que estábamos acostumbrados. Sin embargo, investigadores de la Northeastern University de Boston (EE. UU.) han confirmado que el ser humano es un animal de costumbres, por ende, podríamos acostumbrarnos a un nuevo cambio.