Las conmovedoras historias que dejó el rescate en Tailandia
El balance final del rescate de los niños y su entrenador en Tailandia fue positivo y celebrado alrededor del mundo. Tras la cobertura del caso se desprendieron varias historias emocionantes para recordar.
Una hazaña extraordinaria fue el rescate de los 12 niños y su entrenador atrapados en una cueva en Tailandia. Tras 17 días de incertidumbre, los últimos cinco integrantes del equipo de fútbol extraviado fueron salvados por medio de complejas labores, que comenzaron con la liberación de los primeros ocho niños entre el domingo y el lunes.
“No sabemos si esto es un milagro, ciencia o qué. Los 13 Jabalíes Salvajes están ahora fuera de la cueva”, tuiteraon los rescatistas.
El trabajo estuvo a cargo de 90 buzos profesionales, 40 tailandeses y 50 extranjeros, quienes guiaron a los niños por la oscuridad y el agua del sistema de cuevas Tham Luang, al norte del país asiático.
Cada niño fue acompañado por dos rescatistas. Y en el trayecto, asistidos por una cuerda, tuvieron que escalar, bucear y caminar para, finalmente, terminar con la incertidumbre y seguir adelante con sus vidas.
Sin embargo, esta batalla, con un balance positivo en general, cobró una víctima.
El rescatista fallecido
El lunes en la madrugada Saman Kunan buceó a través del sistema de cuevas por un largo trayecto para colocar provisiones de oxígeno. Una labor indispensable para que otros buzos pudieran llegar hasta donde estaban los niños y salvarlos, ya que el camino era muy largo y se necesitaba más de un tanque para bucear hasta ellos.
Según publicó The Evening Standard, de regreso a su punto de partida, el ex miembro de la marina tailandesa y voluntario en el rescate se quedó sin oxígeno y perdió el conocimiento. Los intentos por reanimarlo de uno de sus compañeros fueron inútiles y falleció.
“Traeremos a los niños a casa”, dijo Saman Kunan cuando recién se sumaba a los trabajos. Y aunque no vivió para ver a los niños y al entrenador a salvo, se convirtió en el mártir de la hazaña.
La dramática vida del entrenador
Ekapol Chanthawong es el entrenador de fútbol de 25 años que entró con los 12 niños a la cueva de Tham Luang. Un hombre que a su corta edad ya ha vivido una serie de eventos bastante extraordinarios.
Cuando tenía 10 años, en el 2003, una epidemia de enfermedades respiratorias azotó el norte de Tailandia y cobró la vida de los padres y el hermano menor de Chanthawong. Él fue el único sobreviviente de su familia.
Tras la tragedia, una tía se hizo cargo de él. Ella, según el Daily Mail, lo recuerda como “un niño triste y solitario”, que dos años después de perder a su núcleo familiar fue enviado a un monasterio de monjes budistas.
En el monasterio estuvo por 10 años, hasta el 2015. Ese año comenzó como asistente de entrenador del nuevo equipo de fútbol de la escuela Mae Sai Prasitart, donde permaneció hasta el pasado 23 de junio.
Ese día, según cuenta The Washington Post, Chanthawong se hizo cargo del equipo porque el entrenador principal tenía un compromiso. El encargo que le dejaron fue llevar a los niños a un campo en la cordillera. Y el asistente habría decidido ir a las cuevas como “un rito de iniciación”, cuenta el medio australiano The Australian.
La celebración pendiente
Peerapat Sompiangjai era uno de los niños atrapados en la cueva junto a su entrenador. Según publicó la BBC, estaba de cumpleaños justo el día del incidente. Su apodo es “Night” y sus padres le prometieron una fiesta para celebrar en su regreso a casa.